Los ángeles protegen a todo ser humano que busca la verdad en su interior, le comunican, sabiduría, poder, e impulsan al amor. LAMENTABLEMENTE MUCHOS seres, especialmente aquellos que conciben la ciencia como algo separado de la espiritualidad, enarbolan argumentos intelectuales que niegan la fuerza de los ángeles.
Es inútil y necio estar en contra de los avances científicos. Lo que ha sido demostrado merece la convicción y la creencia de su veracidad, Pero el hombre lúcido no opone la ciencia a la espiritualidad en una batalla estéril; más bien las hace avanzar armónicamente.
Es triste ver como algunos hombres de mente brillante carecen de la humildad y la sencillez necesarias para creer en los ángeles y hablar con ellos. Pareciera que temen alguna maquinación, de las fuerzas del bien y, por eso se niegan a la alegría angelical, con lo que hacen de sus vidas algo estéril y hueco.
El contacto con los ángeles tiene un inmediato efecto de máxima importancia: FORTIFICA EL AURA. Y ES RECONFORTANTE, DA ALEGRÍA, SABER que en algún momento vamos a recibir un llamado de seres que quieren tener contacto con nosotros, porque la ley cósmica les indica que deben actuar de esa manera.
Los ángeles están al servicio de Dios, son su ejército, manifiestan su poder en el planeta de los mortales, y permiten el contacto entre él y el hombre. El desprecio de algunos individuos por estas fuerzas les ha ocasionado el caer bajo el rigor de las fuerzas negativas y oscuras, que flotan buscándola aniquilación de la pureza y la tranquilidad.
El orgullo de los hombres los lleva a veces a querer hablar con Dios directamente ignoran al mensajero angelical, al maestro ascendido, a los que han sido designados para difundir los anuncios cósmicos. En estos casos el orgullo les juega una mala pasada. No basta a ciertas personas con ver las guerras y los conflictos en que esa envuelta la humanidad para declarar humildemente que no pueden solas, que les hace falta un conocimiento más que humano para impedir estos estragos, y aceptarlo cuando se lo envían, para que mejoren así las condiciones del planeta.
En cambio, lanzan sus ideas descreídas contra los enviados de Dios. Y pierden la chance de recibir en su aura la gloria de Dios y de alcanzar la paz en la tierra, propias de los hombres de buena voluntad, porque la luz de los ángeles se derrama para todos los que la quieran y se esfuerzan en conseguirla. Pero Primero hay que invitarla: LA LUZ NO ENTRA EN LOS HOMBRES QUE NO LA CONVIDAN A HACERLO.
Esta es la manera de construir un aura, el vestido que ha dado dios al hombre, plena de pureza y de resplandor tan que, cuando roza la de otra criatura de Dios, hace que ESTA RECIBA JÚBILO SALUD, PUREZA. Es misión del hombre mantener su aura impecable, no descuidarla, tal como lo hace con sus vestimentas.
"LOS ANGELES SON EL EJERCITO DE DIOS, MANIFIESTAN SU PODER EN EL PLANETA Y PERMITEN EL CONTACTO ENTR ÉL Y EL HOMBRE. PERO EL ORGULLO DE LOS HOMBRES LOS LLEVA A QUERER HABLAR CON DIOS DIRECTAMENTE, IGNORANDO AL MENSAJERO ANGELICAL, AL MAESTRO ASCENDIDO A LOS QUE HAN SIDO DESIGNADOS PARA DIFUNDIR LOS ANUNCIOS CÓSMICOS. LOS HOMBRES DE BUENA VOUNTAD DEBEN CONSTRUIRSE UN AURA PURA Y PARA ESO TIENEN QUE ACEPTAR LA LUZ DE LOS ANGELES".
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